Muchos chilenos no han vuelto a trabajar presencialmente y continúan realizando sus labores a través del teletrabajo. Para otros, ya terminaron las vacaciones y regresaron a sus puestos laborales.
Pero para todos llegó marzo y volvió la rutina, y tras dos años de pandemia, hoy salen a flote los dolores de espalda, de articulaciones, migrañas y problemas a la vista.
La ergonomía es una disciplina que mejora la organización del trabajo, ayuda a diseñar el entorno y elementos del espacio laboral, para generar condiciones óptimas de confort y de eficacia productiva.
A través de la ergonomía se pueden reducir riesgos de problemas músculo-esqueléticos, fatiga e incluso accidentes.
El traumatólogo y especialista en cirugía de mano, muñeca y codo, el doctor Luis Schnapp
Antes de la pandemia, las personas tenían mucha más actividad física. Para llegar hasta sus lugares de trabajo, caminaban, andaban en bicicleta o realizaban diversos recorridos, sin embargo, las personas se vieron obligadas a teletrabajar, no siempre en buenas condiciones, provocando un fuerte aumento en consultas por tendinitis y epicondilitis producto del aumento de horas frente al computador, transformándose así en un problema de salud.
La ergonomía nos puede ayudar a dar las directrices para prevenir las lesiones más comunes que afectan a la espalda, el cuello, los hombros y las extremidades.
Por esto, si se va a trabajar sentado o de pie, siempre hay que estar pendiente de que nuestra postura corporal sea la correcta.
Un puesto de trabajo sano y seguro requiere de ciertas condiciones físicas, pero también que nosotros seamos conscientes de poner en práctica acciones preventivas, tal como enfatiza el doctor Schnapp, en los siguientes aspectos fundamentales para anticiparnos a posibles lesiones musculares:
- Tener una adecuada altura de la silla. Idealmente una silla con respaldo lumbar, si no lo tiene, un cojín puede suplirlo. Preferentemente un escritorio con una silla ergonómica de cinco patas.
- Tener un alzador de silicona de la base de las manos.
- Un apoyo para antebrazos ya sea en el escritorio o en la silla. La altura del apoya brazos o escritorio debe permitir un descanso completo del antebrazo de manera de disminuir la tensión en el músculo trapecio del hombro.
- Tratar de bajar el teclado que quede más bien plano, de manera tal que los dedos, la base de la palma y codo queden en un plano.
- Los hombros relajados. Se debe flexionar y bajar los hombros hasta 20 grados.
- La vista a tu pantalla tiene estar en la horizontal o ligeramente más hacia abajo de la horizontal de tus ojos, por lo tanto, el monitor debería estar in poco más alto de lo que habitualmente está en los notebook, por ejemplo
- Mantener la espalda siempre apoyada en el respaldo. Acomódate en el respaldo con una inclinación entre 90 a 110 grados respecto al asiento, es decir de forma recta formando una L entre tu espalda y tus piernas
- Con una ergonomía óptima o posición adecuada, es importante también implementar en tu rutina de trabajo pausas compensatorias o también llamadas pausas saludables. Estas pausas se deben realizar cada una hora por unos 30 segundos, hacer una pequeña rutina, separándote de tu puesto de trabajo y ejercitar movilizando el cuello, hombros, codos, elongar antebrazo y retomar una postura ergonómica en el trabajo.
Siguiendo estos sencillos consejos podemos prevenir dolores musculares, condiciones y patologías por sobrecarga laboral como, por ejemplo, la epicondilitis, las tendinitis de Quervain o alguna otra patología causada por sobrecarga o contractura muscular.
Para más recomendaciones puedes visitar www.cirugiademanos.cl o seguir al Doctor Schnapp @cirugiademanos.